La victoria segun los diarios
EL FAMOSO DIARIO DEL LUNES (BAH, DOMINGO)
"No hizo falta que hiciera el Topo Gigio. El alarido de los hinchas de
Independiente llegaba clarito a sus oídos. No había arrancado el partido y el 'o
o ooohhhhhh, Riquelme fracasado', con melodía de Satisfaction rollinga,
musicalizaba al Cilindro. También el "pecho frío" que le dedicaron. Tardó 42
minutos en vengarse. A los 42''02'''' sacó de su pie derecho el primer 'tomá y
hacelo' para Cardozo. A los 43''01'' partió su segundo "tomá y hacelo" para
Palacio. Dos genialidades y andá a cantarle a Mick Jagger. La primera, tras una
avivada de Banega que sacó rápido un tiro libre. La segunda, brillante, entre
medio de cinco camisetas rojas, o sea diez piernas. Y lo que escuchó, en ese
minuto de silencio para Independiente, fue el "Riqueeelme, Riqueeelme" de todo
Boca. La primera ovación que recibe no como gratitud por su pasado sino por su
presente."
Vicente Muglia, del Diario Deportivo Olé
"Sí, los rayos cruzaron la cancha de un lado a otro. Y no había cuestiones
metereológicas de por medio. La electricidad estaba sobre el césped. Por la
velocidad del juego, por el riesgo cierto en una y otra área. Estaba prohibido
distraerse, porque en un suspiro podía pasar cualquier cosa. Esos rayos
misteriosos surgieron en el momento justo y en cadena del pie de Juan Román
Riquelme en forma de estiletazos perfectos para dar vuelta la historia. Uno tras
otro. A repetición. Allá, cuando se consumía el primer tiempo. Primero para que
Cardozo convirtiera el empate y un minuto después para que Palacio marcara el
camino del triunfo. Porque en esos dos goles quedó sellado el partido. Pero hubo
yapa. Otro rayo surcó el aire de Avellaneda. Fue en el minuto final, cuando la
victoria no corría riesgos. Esta vez, surgió del botín zurdo de Palermo, justo
antes de cruzar la mitad de la cancha ese rayo también se clavó en la red de
Independiente y le puso un adorno de lujo al triunfo. Lo hizo justo Palermo,
hasta allí, uno de los de más pobre rendimiento en Boca."
Miguel Vicente, del Diario Clarín.
"Esos chispazos encendieron poco a poco la fogata de Boca. Más que nunca un
equipo se valió de sus individualidades y sacó adelante un partido en el que
entró frío y en el que prevaleció el sólido funcionamiento de Independiente
durante un buen rato. Hasta que apareció Riquelme, con una mezcla de magia y
precisión para llevarse el premio mayor con dos asistencias exquisitas. Hasta
que sobresalió la demolición de Palermo, en el final, con una conquista
electrizante desde la mitad de la cancha. El 3 a 1 en favor de los xeneizes
puede ser engañoso, pero quién puede ponerse en contra de aquellos capaces de
redireccionar el curso de un partido con apenas un par de toques."
Francisco Schiavo, del Diario La Nación.
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