SEMI ROMAN

COPA LIBERTADORES

LIBERTAD 0-2 BOCA JUNIORS

ROMAN TU MAGIA INTACTA

Boca la tenía brava, no jugaba bien y los paraguayos estaban más defensivos aún que en La Bombonera. Pero Román, con el cuerpo a medias, frotó la lámpara, se mando una corrida histórica y la mandó a guardar. Después Palacio extendió diferencia. Aún así, Riquelme sigue siendo la figura del equipo a pesar de las oposiciones físicas. Brillante.

La noche, la copa, las circunstancias. Pintaba para un partido aparte, chivo, interesante. Así se dio el primer tiempo, en el que Boca no pudo quebrar ese bloque que impuso Libertad, muy defensivo, y constantemente impedía que el equipo de Russo vaya tranqui de tres cuartos para adelante, que es donde las cosas se empezaban a complicar.

Por un lado, la defensa estaba firme y hacía nulo cualquier intento, aislado por cierto, de los paraguayos de contratacar. Luego, totalmente opuesto, el mediocampo no daba pie con bola: Banega y Ledesma no aportaban y Neri Cardozo era el único que tenía contacto limpio con la pelota, en el ataque. De ahí en adelante casi no había participación alguna, salvo Palacio que se erró dos goles claros e increíbles.

En el complemento las cosas parecían no cambiar. Boca tocaba, manejaba, proponía, pero nunca mostraba una chispa de intención clara que le de alguna chances. Claro, hay que salvar, nuevamente, un gol increíblemente errado por Rodrigo Palacio.

Pero en su momento las cosas estuvieron en el lugar justo. Cuando nos poníamos tensos, un bochazo bajo de Daniel Díaz fue interceptado por Riquelme, quien, ante un marcador embaladísimo, dio media vuelta, recorrio 20 metros con pelota el pie y, cuando la masa de defensores se le venía encima, metio un zapatazo que cambió la historia, nos cambió la cara. Al fin el grito, el descargue. De la mano de Román, claro, que ya con esa acción fue figura total de la noche, nuevamente.

Así se gana en copa. Capaz que en un momento tenes en la cabeza lo peor, que se te va el tiempo y se acerca la eliminación de a poco. Y en otro, gracias a jugadores como Riquelme, ya todo en tus manos, con posibilidades de que la historia sea más positiva aún y el partido termine en goleada. Todo se puede.

Y aunque parezca loco, esto acaba de empezar. Ahora, el Cucuta colombiano, al revelación de la copa. Esto sí es copa...