Empate de la B

8º fecha: OLIMPO 1-1 BOCA

Esto no se puede dar. Es preocupante en el ambito local empatar con un equipo prácticamente descendido. Boca no fue superior y no mereció mucho más. También, a corregir actuaciones individuales en la defensa e irregularidades en lo ofensivo.

Sin exagerar y sin importar el reducido escenario, claramente este partido se da como esos que tenes que ganar y tal vez golear, porque para menos no da. El partido de hoy se dio así: el rival no mostró mucho salvo en una fracción de minutos, pero peor aún es saber que lo propio tampoco fue muy productivo.

Boca, desde un principio, se vio sorprendido por una actitud en una mínima cuestión de tiempo por parte de Olimpo, que fue al frente y tuvo un par de llegadas que asustaron por momentos. Luego, pasado ese zofocón, la historia cambió un poco y el equipo de Ischia tuvo su momento en el partido, que luego no se iría a repetir. Dos chances claras desperdiciadas por Palacio y un golazo con definición sutil de Gracián (única aparición clara del enganche) que puso el 1-0, fueron las postales que dejó Boca en esa primera mitad.

Para el segundo tiempo, durante no más de los primeros 10 minutos, Palacio (nuevamente) y Boselli protagonizaron, entre otras, una chance increíblemente malograda: el 14 definió al segundo palo, tiro que se estrelló en el poste y, picando en el área chica, el 17 jamás pudo definir, para la tranquilidad y la contención de Ramírez. De allí en más, Boca no mostró mucho, salvo algunas llegadas sin peligro y manejo momentáneo del balón. Y en fin, lo que definió el empate, una defectuosa marca en el sector izquierdo y un empate con la complicidad de la deplorable marca personal que le otorgó Julio Cáceres a Lujambio, autor del gol bahiense.

Fue un empate y deja sabor a poco. Por el rival, por la actuación y por cómo se dieron las cosas durante los 90 minutos. La Copa, a olvidarla por un rato porque el próximo es el sabado contra Banfield por el campeonato, y a prestarle atención mientras sea necesario y posible.